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lunes, 19 de enero de 2015

Relato De Otra Realidad

... Es de noche, un cielo obscuro, lleno de estrellas, un clima húmedo é igualmente templado, atmósfera pesada, lúgubre, antipática y a su ves escandalosa.
Un respirar incomodo, difícil, con tanto reto, un corazón palpitante, exaltado, animoso y asustado; no tiene cabida el descanso, donde un sueño verdadero tiene un despertar nocturno y temeroso.
El caminar sobre mojado, la arena y arcilla entre dedos, bajo una nube que no cesa ante tal llanto, lluvia, truenos; todo ante la mirada lujuriosa, atrevida e indecorosa que además de tanto mal se atreve a espiar aquel andar.
La situación da indicio a investigar, buscar, curiosear; observar ante los ojos cerrados, tal paisaje, ríos, piedras, fango, unas rosas revueltas entre tanta tierra roja, escombro y desorden.
Nada es igual, todo esta cambiado, inclusive el cambio sigue su metamorfosis, un olor a putrefacción, el hedor al mas allá, oxido que deja un mal aspecto, sin decir que las paredes, lo que queda de un suelo y el tejado derrumbandose ante el mirar teñido en carmesí.
De pronto un ensordecedor sonido, como grito de sirena, una voz ahogada entre tanto silencio, hace notar el llegar de algún misterio, no saber donde ir, seguir ó detenerme, una guía en el rumbo es imprescindible, adentrarse a un abismo infinito, sin saber diferenciar mis pasos.
Pero aquella obscuridad se desvanece ante una densa, abrumante, casi cegante niebla, donde nada existe entre lo real, no saber distinguir aquello que parece ficción, pero a su vez hiriente.
Encontrar la salida de este lugar, sitio, parte, punto, zona donde raya entre lo fantástico è irreal, tan vivo como las brazas, poco a poco te das cuenta que cada paso que des se vuelve mas terrorífico el panorama; de pronto todo sucumbe ante una pequeña luz en el cielo, así la vista se pierde, el no saber a donde vas solo se siente como caer hacia el vacío... 
Nada se escucha, solo un corazón, el estremecer del cuerpo, el abrir los ojos y darse cuenta que solo fue la bienvenida a tus tormentos, a un lugar que nunca quisieras regresar... a tus pesadillas.

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